ZYGMUNT BAUMAN



Zygmunt Bauman fue una de las grandes personalidades dentro de la sociología y la filosofía del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Uno de sus más importantes aciertos supuso la enorme capacidad que demostró para llevar adelante su trabajo, evolucionando al mismo tiempo que lo hacía la sociedad. Algo nada fácil si tenemos en cuenta tanto la velocidad a la que estamos cambiando actualmente y la edad con la que Bauman se enfrentó al reto de analizar la sociedad ultra tecnificada en la que nos movemos.
 
De Bauman podemos destacar varios puntos en su carrera. Es muy interesante su análisis del Holocausto, el movimiento obrero y las clases sociales, que pertenecen a su primera época, en la que la influencia de Gramsci es más que evidente. Pero sin duda, donde Bauman destacó fue en el análisis de la modernidad, creando su propia teoría alternativa a la posmodernidad clásica, hablando de la modernidad sólida y la modernidad líquida.

De hecho, es desde ese término de sociedad y modernidad líquida donde Bauman logró un mayor impacto. Sus ideas sobre la globalización y el desarraigo identitario vienen a describir una nueva realidad donde nada parece fijo y la inmediatez nos obliga a una constante falta de reflexión y pensamiento crítico. La sociedad colectiva da paso a un individualismo alimentado por el consumismo y el hedonismo de las relaciones virtuales, pero al mismo tiempo se abre como una ventana para conectar con una nueva conciencia colectiva que apueste de nuevo por la colectividad y el ecologismo.

Pero veamos algunas de las frases más significativas de Bauman:

    La cultura líquida moderna ya no siente que es una cultura de aprendizaje y acumulación, como las culturas registradas en los informes de historiadores y etnógrafos. A cambio, se nos aparece como una cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido.

    Con nuestro culto a la satisfacción inmediata, muchos de nosotros hemos perdido la capacidad de esperar.

    A diferencia de las relaciones reales, las relaciones virtuales son fáciles de entrar y salir. Se ven elegantes y limpias, se sienten fácil de conseguir, si se compara con la forma pesada, lenta y desordenada de las relaciones reales.

    Ha sido una catástrofe arrastrar la clase media al precariado. El conflicto ya no es entre clases, sino de cada uno con la sociedad.

    Hemos olvidado el amor, la amistad, los sentimientos, el trabajo bien hecho. Lo que se consume, lo que se compra son solo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario