HISTORIA DE UNA BOMBACHA

Definida como un pantalón ancho que se ciñe en el tobillo utilizada por el hombre de campo para trabajar, la bombacha de campo era (y es) además un detalle de elegancia para los días de fiesta. Solían vestirla muy ancha, con botas, se usaban los extremos adentro y si andaba de alpargatas, llevaba desprendido el tobillo. De los 2060 emigrantes que arribaron al puerto de Montevideo durante el Virreinato del Río de la Plata (1776) pocos eran "Maragatos", de la región de la maragatería (Astorga). No obstante podemos ver su influencia en la vestimenta de nuestros gauchos, aunque sus bragas negras (bombachos) en esa época llegaban solo hasta la rodilla. 
En las Islas Baleares (Pollensa) alrededor del siglo XVI los campesinos mallorquines usaban largos calzones de amplio vuelo similares a nuestra bombacha de campo. La migración de mallorquines a Sudamérica tomo relevancia recién en 1880.

Los vascos a Uruguay arriban durante la presidencia de Rivera en 1834, y en 1835 el pintor francés Fisquet cuenta que se les reconocía por su vestimenta (boinas), nada dice de sus pantalones, por lo tanto la imagen del vasco lechero, con faja boina y bombacha, sería un hábito adquirido por estos pagos.

Los viajeros ingleses, que cada vez con más frecuencia y casi siempre con intereses comerciales visitaban estas tierras, se referían en sus escritos al chiripá y a los calzoncillos de los gauchos, como una "vestimenta a la turca"; especie de "anchos pantalones como los que usan los turcos" y otros semejantes. Desde las guerras napoleónicas en adelante, Inglaterra fue aumentando su presencia colonialista en tierras del Mediterráneo oriental, del norte africano, Europa y en Asia (incluso la India), sus tropas coloniales venían adoptando el uso de aquellos "bombachos" o "pantalones turcos". Cuando menos ellos, como los franceses, los conocían muy bien, eso explica el por qué en 1843 ya se vendieran "pantalones turcos" en los comercios de Montevideo.

A comienzos de 1843, Montevideo tenía 31.000 habitantes, incluyendo 21.854 inmigrantes, de los cuales 10.000 habían llegado en los últimos cuatro años. Había 6376 italianos y 3000 españoles, 25 % de la población era francesa (50% del ejército colorado). Muchos estuvieron en los ejércitos de Cerdeña y en el ejército francés en Crimea y Argelia. ¿Cuántos traían como ropa habitual estos famosos pantalones? Lindolfo Cuestas. (18º Presidente Constitucional del Uruguay), se refería en una nota, a las bombachas que ya habían aparecido por Montevideo y que no tardarían mucho en popularizarse entre nuestros militares de campaña.

En Marzo de 1856, se firma el Tratado de Paz que da fin a la Guerra de Crimea, que enfrentó a las fuerzas de aliadas de Gran Bretaña, Francia, Turquía y Cerdeña contra Rusia. Siendo presidente de la Confederación Argentina Juan José de Urquiza, el representante diplomático francés ante el gobierno de Paraná (Argentina), Charles Lefebvre de Bécour, informó que su país estaba en condiciones de vender a un precio muy conveniente 100.000 bombachas que habían sido fabricadas para el ejército turco y que como consecuencia de la paz, se habían convertido en rezago militar. Urquiza, (Genio militar argentino, hábil comerciante) , ni lento ni perezoso se entusiasmó con la forma de pago que era el trueque por productos del país, logró la aprobación de la compra por parte del gabinete y se aceptó la oferta de las bombachas originariamente destinadas al ejército turco.

Imaginémonos lo que significa esta cantidad, con 31 mil habitantes en Montevideo y 90 mil en Buenos Aires, había bombachas "como para repartir" y de hecho así fue. Todas las bombachas fabricadas por los franceses eran del color del uniforme turco, el gris ojos de perdiz y el color blanco sucio o isabelino (perla). En 1851 se difunden en forma generalizada, los ponchos que vendían en las pulperías eran fabricados por la industria británica y no por lo telares locales. Tanto la bombacha fabricada en Francia como el poncho eran importados.

El escritor Francisco Centeno, (argentino) relata que siendo niño, en octubre de 1867, conoció a Felipe Varela

Galopa en el horizonte,
tras muerte y polvareda;
porque Felipe Varela
matando llega y se va.

 y describe su vestimenta de esta manera: "Vestía pantalón-bombacha, chaquetilla militar con alamares y calzaba botas de caballería". La bombachas usadas en aquel entonces eran bastante anchas, de tres paños, similar al uniforme Zouave.

No obstante, hasta nuestros días, existe una marcada diferencia en el ancho de la bombacha, así como también en el uso de colores y texturas, bastante más conservadoras en nuestro país que en la otra orilla. Los gustos predilectos siempre fueron el gris mezclilla oscura, sufrida, el negro, el "bataraz" o "pie de poule" y más tarde, el color "gabardina".

Alberto Moroy


En nuestra frontera es una prenda muy común inclusive de uso diario en plena ciudad y he visto mujeres bien vestidas en plena fiesta con atuendos parecidos, como si la moda se hubiera inspirado en el hombre que trabaja en el campo.

De yapa les dejo una foto de mi Nieto Enzo - que vive en Quaraí - de sus tiempos de preescolar, acompañado de su amigo Joao (sentado), ambos bien "pilchados" y usando bombachas a lo gaúcho, durante las conmemoraciones de la semana Farroupilha.

© Josadaco 

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